HISTORIA
RESEÑA HISTÓRICA
Los orígenes de Contamana están fuertemente vinculados a la Iglesia Católica y su labor misionera en la Amazonía, que se extendió hasta los lugares más alejados e impensados de las cuencas de los ríos amazónicos, estableciendo contacto con los grupos originarios y mestizos.
Las diferencias surgidas entre los sacerdotes jesuitas y franciscanos, hizo que las labores evangelizadoras, las misiones de estudios y el conocimiento de la vida de las comunidades indígenas sean difíciles, obligando a la toma de decisiones contundentes por parte de las autoridades eclesiásticas de la época. Sea como haya sido, se logró al paso de los años avances importantes para ir conformado un nuevo escenario de la vida en la selva peruana.
La historia de la provincia registra hechos históricos de indiscutible repercusión en el crecimiento social de esta parte del Perú, y así se debe resaltar la fundación de Sarayacu por el sacerdote franciscano Narciso Girbal y Barceló quien para este fin desarrolló una Misión en compañía del padre Buenaventura Marqués el 14 de noviembre del año 1791. Igual acontecimiento se dio en San Luís de Charasmaná, en el río Pisqui, que fuera fundada en 1807 y ese mismo año se crea la Estancia Misional de Contamana, conformada por una población proveniente de las naciones shipiba, cunibo y amahuaca.
La figura de Fray Buenaventura Marqués (tal es la escritura original del apellido de este noble sacerdote), destaca al lado de otros en razón a sus virtudes y méritos ya que fue un misionero audaz y se atrevió a buscar, a todo riesgo, la conciliación entre shipibos, shetebos y conibos grupos adversarios ancestrales, entre los que también se encontraban los amahuacas.
FUNDACIÓN DE CONTAMANA POR LOS FRANCISCANOS
La fecha de la llamada fundación franciscana de Contamana, para algunos historiadores se encuentra en el limbo de las discusiones. Según el manuscrito: Noticias de los pueblos de las Misiones: Misiones del Río Ucayali, Descripción Geográfica de todos los demás ríos que reúnen el río Ucayali (ubicado en la Sala de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Lima), señala dos hipótesis. La primera parte -lleva la firma de Fray Paulo Monzo Carballo, Prefecto y Comisario de Misiones – sostiene que la fundación fue el año 1811, y la segunda cita – no lleva rubrica -registra el año 1807.
Fray Buenaventura dejó escrito que “En una expedición que hice de Buepano (actual Ipuano) para fundar el pueblo en el sitio Cuntamaná, yo Franciscano Buenaventura Marqués, día veinte y uno (21) de Enero de mil ochocientos siete (1807), puse el agua del bautismo a tres (03) parvinos (niños). La primera niña de 04 años de edad fue de la nación shipiba que le puse el nombre de Buenaventura, el segundo niño de un año (01) de edad llamado Vicente de la nación shipibo y el tercer niño de (01) año de edad le puse el nombre Mariano, de la nación Cunibo Amahuaca.”.
Con lo que queda claro, y de primera fuente es que personas de la nación shipiba, cunibo y amahuaca, formaron parte de los primeros habitantes de Contamana, tal como se encuentra registrado en la página 35 del libro de ocurrencias de la parroquia contamanina: “…Y todos ellos viven en Cuntamaná…”.
EL SIGLO XX Y LA CATEGORIA DE PROVINCIA
Los explotadores del caucho fueron extranjeros y peruanos llegados desde distintos puntos del país que hicieron de esta tierra un pueblo diferente, con sus primeros trazos urbanísticos que le dieron mayor comodidad en sus vidas. Esta nueva sociedad se instaló en Contamana de entonces, con sus costumbres, construyendo sus viviendas a su estilo, adaptándose a la población originaria que llegando de sus comunidades indígenas se instalaron de acuerdo a sus hábitos, mantuvieron sus formas de alimentarse y de vestir, continuando sus cotidianas tradiciones y la religiosidad.
Esto confirmaba el dominio del cauchero conquistador que impuso sus costumbres sin el empleo de armas, sin Biblia y sin ofrecer ilusiones como el descubrimiento del legendario Gran Paitití y su abundancia desbordante, solamente la opulencia derivada de la acumulación de riqueza producto de la explotación del caucho, negocio hartamente rentable que generó el brote de las pasiones por los indiscutibles excesos que dañaron la vida de miles de individuos y sociedades indígenas en otras localizaciones de la Amazonía peruana.
Contamana era un lugar importante dentro de la logística del caucho de los últimos 20 años del siglo XIX. La base de los caucheros peruanos se encontraba en Iquitos, que debido a esa ubicación y el camino a recorrer hacía necesaria una ruta que intercomunicará a los departamentos de Loreto y Madre de Dios. Esa ruta se fijó en el Ucayali siguiendo su recorrido hasta el punto de su nacimiento en la desembocadura de los ríos Urubamba y Tambo.
Con la alborada de la nueva centuria dieron nacimiento a la provincia y con ella la demarcación territorial. Contamana, ya fundada por fray Buenaventura Marqués tenía sus anécdotas, sus propios orígenes que describen un escenario especial, muy propio de las circunstancias de ese tiempo en que las angustiosas arremetidas de los grupos indígenas obligaban a cambios de las proyecciones en la conformación y la vida de los pueblos. La sociedad ya disfrutaba de una nueva cultura, una fusión a resultas de las costumbres peruanas procedentes de otras regiones y las que traían los extranjeros para trabajar en la explotación del jebe natural extraído de los shiringales que se encontraban en los bosques cercanos a la comarca que ellos bautizaron, ya desde entones como La Perla del Ucayali.
Ya se tenía una nueva forma especial de vida que no era otra que la fusión de sangres, hábitos y hasta con la coincidencia de la práctica de la fe religiosa cristiana alimentada por la evangelización católica conducida por los sacerdotes jesuitas en un primer momento y luego por los frailes franciscanos. Las calles de esa Contamana tenían sus formas y trazos especiales.
CREACIÓN DE LA PROVINCIA DE UCAYALI
El gobierno del presidente José Gabriel Eduardo Octavio López de la Romaña y Alvizuri promulgó la Ley mediante la cual se creó la provincia de Ucayali el 13 de octubre de 1900. En esos tiempos el boom cauchero se acentuaba, quizá alcanzaba su mayor auge y su bonanza se extendía por los lugares más increíbles de la Amazonía continental entre la que se encontraban los pueblos de la cuenca del río Ucayali.
Luego de promulgada la Ley de creación de la provincia, su implementación recién se da el año siguiente. Fue entonces que fue designado el alcalde que sería el primer burgomaestre que tendría la provincia de Ucayali, siendo este el ciudadano Eulogio Ubillús de Piérola”. (De: Contamana 1900, la Historia Política, Raúl Herrera Soria, 2017).
Desde entonces por el Sillón Consistorial de Ucayali, han pasado otros 45 alcaldes que gobernaron la provincia en periodos de distinta duración, de acuerdo a lo que se señalaba en las leyes del momento y en razón a lo que circunstancialmente estaba normado.
Desde el 1 de enero de 2019 ejerce el mandato municipal, don Héctor Soto García al ganar las Elecciones Municipales del domingo 7 de octubre de 2018.